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Tipos de permisos de residencia y trabajo en España explicados fácil

bandera española

España es uno de los destinos más atractivos para quienes buscan un futuro mejor. Sol, cultura, buena calidad de vida y, por supuesto, la posibilidad de trabajar legalmente. Pero para lograrlo necesitas contar con un permiso de residencia y trabajo. En este artículo te explicamos, de forma sencilla, qué opciones existen, qué requisitos deberás cumplir, cómo funcionan las renovaciones y qué derechos obtienes al vivir de manera legal en el país.

 

Qué opciones existen para vivir y trabajar legalmente en España

La opción más común es el permiso de residencia y trabajo por cuenta ajena, pensado para quienes tienen una oferta laboral en una empresa española. Este es el caso de uno de nuestros clientes, paso de una estancia de estudios a este tipo de permiso, el primer año se lo concedieron por doce meses, y lo más importante es que esa tarjeta ya le habilitaba a trabajar 40 horas semanales. Para muchas personas, este es el camino más directo para empezar una vida en España.

También existe el permiso por cuenta propia, diseñado para quienes desean emprender como autónomos o montar una empresa. No basta con querer trabajar por tu cuenta, deberás presentar un plan de negocios, demostrar capital inicial y cumplir con los requisitos legales para iniciar tu actividad. Aquí la clave está en tener un proyecto sólido, porque la administración exige un plan realista y hasta la constitución de una sociedad en algunos casos.

Además de estas dos vías principales, hay otros permisos de residencia que también permiten trabajar. Los estudiantes extranjeros, por ejemplo, ahora pueden hacerlo hasta 30 horas semanales mientras estudian, lo que convierte el visado de estudios en una buena puerta de entrada al mercado laboral. También están las residencias por arraigo (social, sociolaboral, socioformativo o familiar), que permiten regularizarse en situaciones especiales, la tarjeta comunitaria para familiares de ciudadanos de la Unión Europea, los familiares de españoles, emprendedores, trabajadores del sector audiovisual, trabajadores altamente cualificados, investigadores y el visado para nómadas digitales, una opción nueva que legaliza el teletrabajo en España.

 

Requisitos básicos para obtener un permiso de residencia y trabajo

Aunque los detalles cambian según el tipo de autorización, hay una serie de requisitos que casi siempre se repiten. Necesitarás un pasaporte en vigor, un contrato de trabajo si es por cuenta ajena o un plan de negocios si es por cuenta propia, demostrar tu calificación profesional y tu empadronamiento actualizado. 

La diferencia principal está en quién inicia el trámite. En los permisos por cuenta ajena es la empresa contratante la que presenta la solicitud, mientras que en el caso de los autónomos, el propio interesado debe encargarse de todo el papeleo. Esto último puede ser un desafío, pero también te da independencia. Para cualquiera de ambos casos, siempre pueden ceder la representación y que lo realice un especialista en la materia, como somos los abogados en extranjería.

 

Renovaciones: plazos clave y qué hacer para no perder la residencia

Una de las partes más críticas es la renovación. El permiso inicial es de un año. Después, si todo va bien, se concede una renovación por cuatro años. Pasado ese tiempo, puedes acceder a la residencia de larga duración, mucho más estable.

En nuestra experiencia, lo importante es no descuidar los plazos. Conocemos casos de gente que por confiarse dejó caducar su tarjeta y no llegó a tiempo con el plazo excepcional para realizar su trámite, por lo que le tocó empezar desde cero. A mí me quedó claro que las renovaciones no solo evitan quedar en situación irregular, sino que también son la puerta de entrada a la nacionalidad española. Por ejemplo, el plazo general es esperar diez años, como es el supuesto de los marroquíes, sin embargo, ese plazo puede ser reducido a cinco años si se trata de personas que hayan obtenido la condición de refugiado, así como también los iberoamericanos, Andorra, Guinea Ecuatorial, Filipinas o Portugal pueden solicitarla tras solo dos años de residencia legal y continuada, y existen otros supuestos específicos beneficiados que pueden presentarla al año.

 

Derechos que obtienes al tener residencia en España

Uno de los mayores beneficios de la residencia por trabajo es la posibilidad de trabajar legalmente a jornada completa, es decir, a cuarenta horas, y cotizar en la Seguridad Social. Esto significa acceder a derechos laborales básicos, prestaciones por desempleo y jubilación.

Otro derecho importante es el acceso a la nacionalidad española por residencia. El tiempo cuenta mucho para quienes vienen de países iberoamericanos, basta con dos años de residencia continua. Otros, en cambio, deben esperar hasta diez años. Esa diferencia cambia completamente la estrategia de renovaciones.

Además, la residencia luego del año te permite solicitar la reagrupación familiar, es decir, traer a tus familiares directos bajo ciertos requisitos. Y, como beneficio adicional, una vez que tienes residencia de larga duración, puedes moverte y trabajar en otros países de la Unión Europea en mejores condiciones.

 

Problemas comunes y cómo resolverlos legalmente

No todo es sencillo. Uno de los problemas más frecuentes es recibir una denegación porque falta un documento o porque la oferta laboral no cumple con la situación nacional de empleo. En esos casos, lo mejor es recurrir en plazo o analizar la posibilidad de presentar nuevamente el expediente siempre que nos encontremos dentro del plazo correspondiente. 

Otro problema habitual es dejar que la tarjeta caduque. Si esto ocurre, el riesgo es quedar en situación irregular, lo que puede complicar mucho las cosas. Por eso siempre recomendamos anotar las fechas clave y no esperar al último minuto.

También es común tener que cambiar de un permiso a otro. Por ejemplo, pasar de una estancia de estudios a una residencia de trabajo. Hay quienes han pasado de arraigo a una residencia de trabajo con contrato por cuenta ajena. Como también familiares de españoles o UE a residencia de trabajo. Estos cambios son posibles, pero requieren cumplir condiciones específicas y aportar documentación nueva.

 

Cuándo conviene buscar ayuda profesional para no arriesgar tu estatus

Aunque mucha gente lo intenta sola, llega un punto en el que conviene buscar ayuda profesional. Esto ocurre sobre todo cuando acabas de llegar, corres un gran riesgo de denegación y quedar irregular acabando de migrar, cuando necesitas hacer un recurso o cuando quieres pasar de un tipo de permiso a otro.

Un abogado especializado puede ahorrarte meses de espera y errores que después salen caros. Nuestro consejo es hacerlo al menos en las primeras solicitudes o cuando tengas dudas. A veces la diferencia entre un expediente aprobado y uno rechazado está en un detalle que solo un especialista conoce.

 

En definitiva, conseguir un permiso de residencia y trabajo en España no es imposible, pero sí exige entender bien las opciones, cumplir con los requisitos y estar pendiente de los vencimientos de tarjetas de residencia para sus renovaciones. En nuestra experiencia, el proceso puede parecer burocrático, pero cada paso vale la pena porque abre la puerta a residir legalmente, poder trabajar cotizando, tener estabilidad y, con el tiempo, acceder a la nacionalidad española.

Si tienes claro qué camino se ajusta mejor a tu situación y eres disciplinado con los plazos, estarás mucho más cerca de cumplir tu objetivo de vivir y trabajar en España. Déjanos acompañarte en el proceso y contarte todo lo que los sitios oficiales de extranjería no te dicen.